Paradigma Humanista

Aunque para muchos autores no constituye en realidad un paradigma, en virtud de
que no ha logrado consolidar sus principios y marcos de referencia interpretativos, es
una corriente de gran relevancia en el ámbito educativo ya que ha señalado la
importancia de la dimensión socioafectiva de los individuos, de las relaciones
interpersonales y de los valores en los escenarios educativos, como factores
determinantes -o al menos muy influyentes- en el aprendizaje de los estudiantes.
Históricamente, aparece como una posición conciliadora entre dos de los
paradigmas predominantes en los Estados Unidos en la década de los cincuenta: el
conductismo y el psicoanálisis.
Algunos de sus representantes más destacados fueron A. Maslow, a quien se
considera el padre del movimiento, G. W. Allport y particularmente, Carl Rogers.
La problemática fundamental en torno a la cual se desarrolla el paradigma
humanista es el conocimiento y la promoción de los procesos integrales de la
persona. Los humanistas, fuertemente influenciados por las corrientes
existencialistas, parten del supuesto de que la personalidad humana es una totalidad,
en continuo proceso de desarrollo. Y aunque se considera que para comprender al
individuo es importante ubicarlo en su contexto, en realidad la mayor parte de los
autores enfatizan las variables personales.

Vea este vídeo como introducción

Los supuestos básicos de la corriente humanista son:

-El ser humano es una totalidad y no se le puede comprender a través
de la fragmentación de procesos psicológicos moleculares.

-El hombre tiende naturalmente hacia su autorrealización y busca su
trascendencia.

- El ser humano vive en relación con otras personas y esto es inherente
a su naturaleza.

- Las personas se conducen, en el presente, con base en lo que fueron
en el pasado y preparándose para el futuro.

 -El hombre tiene libertad para elegir y tomar decisiones. El es quien
construye su propia vida.

- El hombre es intencional. A través de sus intenciones, propósitos y de
su voluntad estructura una identidad personal que lo distingue de los
demás
.
Para los humanistas, la educación debe ayudar a los alumnos a que decidan lo que son y lo que quieren llegar a ser.

El aprendizaje significativo se produce cuando es autoiniciado y a condición de
que el estudiante pueda visualizar los objetivos, contenidos y actividades como algo
importante para su desarrollo y enriquecimiento personal. Es necesario, además, que
se elimine del contexto educativo cualquier factor que pueda ser percibido como
amenazante, por lo que es importante el respeto, la comprensión y el apoyo hacia los
alumnos. Si se cubren estas condiciones, es probable que se produzca un
aprendizaje que será más duradero que los aprendizajes basados en la recepción y
acumulación de información.
La educación humanista se basa en la idea de que todos los estudiantes son
diferentes y debe ayudarlos a ser más como ellos mismos y menos como los demás.
El logro máximo de la educación es la autorrealización de los estudiantes en todas
las facetas de su personalidad.

Frente a la educación tradicional, caracterizada por ser directa, rígida,
autoritaria, con curriculos inflexibles, centrados en el papel del profesor, aparece la
educación humanista como una alternativa centrada en el desarrollo de la persona. .
Para ello es necesario atender a las necesidades individuales, proporcionarles
oportunidades de autoconocimiento, de crecimiento y decisión persona 
Carl Rogers, uno de los más importantes representantes del enfoque, propone
una educación democrática centrada en la persona, la cual consiste en otorgar la
responsabilidad de la educación al estudiante. Este autor asume que la persona es
capaz de responsabilizarse y de controlarse a sí misma en su aprendizaje, siempre y
cuando el contexto presente condiciones favorables para facilitar y liberar las
capacidades de aprendizaje existentes en cada individuo.

El objetivo central de la educación es crear alumnos con iniciativa y
autodeterminación, que sepan colaborar solidariamente con sus semejantes sin que
por ello dejen de desarrollar su individualidad. Para ello la educación debe integrar lo
intelectual, lo afectivo y lo interpersonal.

El docente debe permitir que los alumnos aprendan, impulsando y
promoviendo todo tipo de experiencia que ellos mismos inicien o decidan emprender;
debe interesarse auténticamente en el estudiante como persona total, ser auténtico
con ellos, rechazar toda posición autoritaria, entender sus necesidades y problemas,
poniéndose en su lugar (empatía).

Es decir, se trata de una educación centrada en el alumno que requiere la
utilización de recursos no tradicionales, diversos y cercanos a la realidad del
estudiante, tales como el uso de problemas reales.

Se considera que es el estudiante, con base en sus propios criterios, quien se
encuentra en mejores condiciones para determinar y juzgar la situación de su
proceso de aprendizaje, una vez realizadas ciertas actividades. El ejercicio de la
autoevaluación les permitirá acrecentar su confianza en sí mismos, además de lograr
capacidad de autocrítica y desarrollo de la creatividad.
os en el papel del profesor hacia un modelo de


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